«Daniél» es una esencia que destila elegancia y profundidad, perfecta para evocar un aura de misterio y sofisticación. Comienza con la calidez rica y terrosa del sándalo, proporcionando una base sólida y confortante. A esta se suma la suavidad del almizcle, que aporta una textura sedosa y un toque íntimo y envolvente. El azahar introduce una frescura luminosa y ligeramente cítrica, evocando la belleza serena de un jardín al amanecer. Las flores blancas, con su delicadeza y pureza, añaden una dimensión de elegancia y refinamiento. Finalmente, el muguet, o lirio del valle, completa la fragancia con sus notas sutiles y ligeramente dulces, recordando la llegada de la primavera y la renovación de la naturaleza.